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lunes, 23 de febrero de 2009

CUARESMA



La Cuaresma (latín: quadragesima, 'Cuadragésimo día (antes de la pascua)' )? es el periodo del tiempo litúrgico (calendario cristiano) destinado por la iglesia Católica Romana, además de ciertas iglesias evangélicas, aunque con inicios y duraciones distintas, para la preparación de la fiesta de Pascua.


La Cuaresma




La cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza el domingo de Ramos antes de la misa de la última cena de Jesús con sus apostoles. Los domingos no se consideran de cuaresma porque son pascuales. Vendrían a ser 40 años de preparación para la Pascua.
La duración de cuarenta días simboliza entre otras cosas, el retiro de Jesús 40 días en el desierto previo a su ministerio y el retiro de 40 días de
Moisés en el desierto. También simbolizan los 40 días que duró el diluvio, además de los 40 años de la marcha del pueblo Judío por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. A lo largo de este tiempo, los fieles católicos están llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión.
La Cuaresma tiene cinco (5) domingos, más el Domingo de la Pasión o de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes.
No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la Misa católica no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el
Jueves Santo en la misa de la Cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del Evangelio.
El color litúrgico asociado a este periodo es el
morado que significa discreción, penitencia y dolor.



Desarrollo histórico



En los primeros años de la Iglesia, la duración de la Cuaresma variaba. Finalmente alrededor del siglo IV se fijó su duración en 40 días. Es decir, que ésta comenzaba seis semanas antes del Domingo de Pascua. Por tanto, un domingo llamado, precisamente, domingo de cuadragésima.....
En los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal, presentándose un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en domingo por ser día de fiesta, la celebración del Día del Señor. ¿Cómo hacer entonces para respetar el domingo y, a la vez, tener cuarenta días efectivos de ayuno durante la cuaresma? Para resolver este asunto, en el siglo VII, se agregaron cuatro días más a la cuaresma, antes del primer domingo, estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto. (Si uno cuenta los días que van del Miércoles de Ceniza al Sábado Santo y le resta los seis domingos, le dará exactamente cuarenta). Así la Iglesia empezó la costumbre de iniciar la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, costumbre muy arraigada y querida por el pueblo cristiano. Así, la Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Resurrección, día que termina la Semana Santa.



Práctica



La práctica de la Cuaresma data del siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.


Según San León, la Cuaresma es “un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales con la purificación del corazón y una práctica perfecta de la vida cristiana” (Esta definición es deducida del análisis del sermón 42).
Se trataba, por tanto, de un tiempo, introducido por la imitación de Cristo y de Moisés, en el que la comunidad cristiana se esforzaba en realizar una profunda renovación interior. El Catecismo de la Iglesia Católica retoma esta idea y la expresa de la siguiente manera: “La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto” (n. 540).



Miércoles de Ceniza



El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma se realiza el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente de los fieles católicos. La ceniza representa la destrucción de los errores del año anterior al ser éstos quemados. Mientras el sacerdote impone la ceniza dice estas dos expresiones: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" ( Mc 1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Gén 3,19)




MIERCOLES DE CENIZA


Miercoles de Ceniza

El miércoles de ceniza es el primer día de la Cuaresma en el calendario católico, protestante, y anglicano. Sucede 46 días antes de Pascua, aunque se considera que la Cuaresma tiene 40 días de duración, ya que no se cuentan los domingos.



Este día cae en diferentes fechas año a año, de acuerdo a la fecha móvil de Pascua.




Fechas del Miércoles de ceniza del 2000 al 2020





Liturgia del Miércoles de Ceniza



Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposicion de la ceniza a los fieles que asisten a Misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana, como signo penitencial (ya usado desde el Antiguo Testamento) y de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.





Imposición de la Ceniza



En el rito católico la imposición de la ceniza es realizada por el sacerdote sobre los fieles. Esta se realiza con ceniza obtenida de la quema de los ramos utilizados en la procesion del Domingo de Ramos de la Semana Santa del año anterior. El sacerdote puede hacer una cruz con la ceniza en la frente de los fieles o dejar caer un poco de ceniza en la cabeza de ellos. Mientras lo hace repite las palabras "conviértete y cree en el Evangelio". Tambien se utilizan las palabras "Recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir", para significar que la vida es efimera.